El recinto de la CNV cuenta con una subestación que estaba destinada a la evacuación de la energía producida por los dos reactores que no llegaron a funcionar. Esta subestación en cambio si que se encuentra en servicio recibiendo parte de la energía producida por otras Centrales Nucleares de España. Dentro de las obras que se realizaron en los terrenos que compró CNV está la presa que construyeron en el río Guadalupe para abastecer de agua a la central. Esta presa se aprovecha para recoger agua y potabilizarla para abastecer Valdecaballeros y en caso de necesidad la población de Castilblanco. Los terrenos de CNV ahora tienen un aprovechamiento exclusivamente ganadero.
Estado actual
La parroquia de San Miguel Arcángel se encuentra en un promontorio en el centro de la villa y destacan sus representaciones de arte mudéjar, cuya restauración reciente permite a los turistas contemplar un magnífico ejemplo de arte mudéjar rural.
El Reloj es un edificio a modo de torre, de fines del s. XIX situado en la plaza.
En Valdecaballeros se encuentra el enclave natural, Embalse de Puerto Peña, también conocido como García de Sola. El pantano tiene unos 20 km de longitud y en él se puede practicar el baño, la pesca, con especies como el lucio, el black bass, la carpa y el barbo y los deportes náuticos propios de un pantano. Para más información sobre la pesca en Valdecaballeros Pinche aquí
El cerro de la Barca o La Isla, es un pequeño cerro delimitado por la confluencia de los ríos Guadiana y Guadalupejo, hoy semicubiertos por las aguas del pantano. En él se hallan un castro prerromano, una fortificación amurallada, que puede datarse de acuerdo con la cerámica encontrada, desde el s. VIII al s. III a. C.
También dispone de un balneario cerrado en la actualidad y pendiente de que el Ayuntamiento resuelva su adjudicación, y de un entorno de sierra. En esta Villa también se practica el deporte de la caza por tener una gran variedad de animales, tanto en la caza mayor como en la caza menor. Para más información pincha aquí.
En sus alrededores se practica senderismo, rutas a caballo, caza y buena pesca. Igualmente, se hallan repartidos por su término varios asentamientos prehistóricos, aún sin estudiar.
También existe una urbanización, Los Encinares, con 150 chalets, que se encuentra muy cerca del pueblo. Fue concebida como alojamiento para los Técnicos de la Central Nuclear y s
us familias, quedando en el abandono durante más de 18 años por la moratoria europea de la Central. En la actualidad es una Comunidad de Propietarios fecunda y próspera, que acoge una población estable de unas 20 familias, así como la asidua visita de recreo en fines de semana y vacaciones del resto de los propietarios, quienes participan de las actividades de la Villa, de su comercio y festividades.
San Isidro
A mediados del mes de mayo, el día 15, se celebra la festividad de San Isidro en un lugar denominado Baños de Valdefernando a unos 4 kilometros de la población.
La gente sale por la mañana en romería, con las carrozas, hasta la ermita. Una de las carrozas es la del santo.
Las carrozas se adornan con helechos, tomillo y todo tipo de flores. Una vez en la ermita, se oficia la misa.
Suele ir una orquesta y hay baile. Luego, cuando anochece, el baile termina y la gente vuelve al pueblo.
Carrozas de los últimos años
San Antonio
El 13 de junio se celebra la festividad de San Antonio de Padua. En Valdecaballeros hay fiesta durante tres días. El día 13 es el más importante, especialmente por la misa y la procesión del santo. San Antonio recorre las calles de la localidad y, mientras, los devotos tiran dinero a las andas del santo.
Después, la fiesta consta de los actos habituales: juegos infantiles, competiciones deportivas, verbenas nocturnas…
Fiestas de Verano
Estas fiestas se comenzaron a celebrar por primera vez en agost
o de 1992 para que pudiera ser disfrutada también por los emigrantes que vienen al pueblo en verano. Contaron con las atracciones y concursos habituales: campeonatos deportivos (tenis, natación, futbito, fútbol, pesca…), juegos infantiles, dianas floreadas, elección de reina y damas de la fiesta, verbena popular nocturna en la plaza, etc.
Una de las noches, el ayuntamiento suele ofrecer chocolate con churros para todos.
San Miguel
Pese a haber comenzado ya el ciclo otoñal, a San Miguel (29 de septiembre) se le considera el santo que cierra las fiestas de verano.
Esta festividad era muy importante, más que por su celebración, por la trascendencia que alcanzaba en el mundo agrícola y ganadero, ya que se aprovechaba para “ajustar” o contratar a los trabajadores del campo.
Este día, además, es festivo en Valdecaballeros ya que San Miguel Arcángel es el patrón y da nombre a la parroquia.
Hasta 1991 la fiesta se desarrollaba de modo parecido a lo que hemos dejado descrito para las fiestas de agosto. Cuenta además con una tradicional feria de ganado, recuperada desde hace algunos años.
Fiesta de los Quintos
Son destacables por su interes las fiestas de los quintos que se reunen varias veces al año.
Hay que señalar primeramente que cada año se distinguen dos tipos de quintos: los grandes y los chicos. Los denominados quintos grandes son los que durante ese año cumplen dieciocho años, y los quintos chicos los que cumplen diecisiete
La “lumbre chica”
En primer lugar, los quintos chicos queman una gran hoguera (denominada la “lumbre chica”) en la plaza, el 31 de diciembre. Antiguamente la leña tenía que ser robada pero, actualmente se dedican todo el día a hacer la leña y traerla con remolques. La lumbre se enciende a partir de las doce de la noche, momento en que se inicia el nuevo año y ellos “entran en quinta”.
La “lumbre grande”
El 24 de diciembre vuelven a reunirse los quintos para ir al campo, hacer la leña y traer tres o cuatro remolques de la misma a la plaza para componer otra gran hoguera, denominada la “lumbre grande”. Esto no quiere decir que sea la más grande, sino que la hacen los quintos grandes. Para este día y para cada quinto, algunos familias suelen guardar un gallo.
El arco de los quintos
En Semana Santa, cuando los quintos están cumpliendo ya los diecinueve años, realizan la última celebración de su quinta, que es, sin duda, la más hermosa: la confección del arco de los quintos.
El Sábado Santo se reúnen a primeras horas de la mañana y se marchan al campo con un tractor y un remolque para recoger unas varas de cuatro o cinto metros de longitud , monte bajo (retamas, tomillo…) y dos pinos que llevan a la plaza plantándolos a ambos lados de la esquina que hace la plaza con la calle Constitución (la que va a la iglesia).
Estos pinos servirán de base y apoyo para el arco, las varas se van doblando hasta conseguir que se curve lo suficiente para formar un arco, que es colocado y amarrado entre los dos pinos que seguidamente será vestido por el monte bajo que han traido por la mañana..
Mientras algunos quintos se dedican a esta operación, otros dan algunas vueltas por las afueras del pueblo y van cogiendo de los huertos lo que les parece, generalmente plantas verdes: ajos, habas, laurel, flores, etc. Todas estas plantas las irán colocando también en el arco, sobre la primera cubierta de monte bajo.
Cada quinto tiene su propia bandera,que le ha sido bordada por su novia o por la familia, que van clavando en los dos pinos, por encima de la altura del arco.
Terminado el arco, los quintos tienen la obligación de montar guardia bajo el mismo impidiendo el paso a cualquier persona. Nadie puede pasar bajo el arco, excepto los propios quintos. Así están, guardando el arco, hasta media noche, cuando tiene lugar la procesión del Encuentro.
El arco permanece toda la noche; pero, por la mañana temprano, los quintos lo van deshaciendo, dedicándose a vender casa por casa todos los adornos del arco: laurel, ajos, naranjas, habas, flores, etc. La venta es simbólica: una hoja de laurel, por ejemplo, puede venderse por uno, dos o cinco euros según la voluntad del comprador.
Con el dinero recaudado los quintos pagan sus deudas y organizan alguna comida entre ellos, dando así por terminadas las celebraciones de los quintos.
En 1848, según los datos de Pascual Madoz, Valdecaballeros contaba con 250 casas de mala distribución interior, en una plaza y calles irregulares y mal empedradas; con una escuela a la que asistían 40 niños; Iglesia parroquial de san Miguel Arcángel, aneja a la de Alía y servida por un teniente de fija residencia; y en las afueras, el cementerio.
El término se hallaba comprendido dentro de los límites de las reales dehesas de los Guadalupes, perteneciendo a los particulares sólo unas 2500 fanegas, de las cuales casi 1500 eran tierras incultas o de terreno fragoso.
El correo, en este mismo año de 1845, se recibía en Guadalupe, por balijero, tres veces a la semana. La producción era de trigo, cebada, centeno, avena, garbanzos, lino, frutas y verduras. Se mantenía ganado lanar, cabrío y le vacuno de labor.
Existía caza de todas clases.La población era de 760 vecinos.Hasta la extinción de señoríos, perteneció la jurisdicción civil de Valdecaballeros al Monasterio del Escorial y, en su nombre, al administrador de las reales dehesas de los Guadalupes, que residían en Castilblanco; se ejercía por un juez letrado con residencia en Valdecaballeros. Su autoridad se extendía a las tres villas de los Montes, que son Castilblanco, Alía y esta de Valdecaballeros.
A principios del siglo XX la situación de la zona es lamentable. Hay dos partidos judiciales, Herrera del Duque y Puebla de Alcocer, que han soportado el sobrenombre de Siberia extremeña, a todas luces injusto, pues no se trata de estepas, sino de terrenos de fertilidad media, y que lo único malo que ha tenido ha sido la incomunicación, a tal punto que, con cuatro días de lluvias, en invierno no podían pasar por los caminos, impracticables, y por los ríos, sin puentes, ni aún el correo.
El 13 de Agosto de 1938, tras sangrientas luchas en las trincheras de San Simón y Valdefernando, entraron las fuerzas del General Franco en Valdecaballeros.
En 1973 obtuvo Valdecaballeros el Primer Premio Provincial de embellecimiento de Pueblos.
En los últimos años de la década de los 70 comienza la construcción de la Central Nuclear de Valdecaballeros. Que se para con la moratoria nuclear de los 80 y se desmantela a finales de los 90.
Los primeros datos históricos documentales son a partir de la donación que hace el Rey Sancho IV, el día 15 de Mayo de 1293, a Talavera de tres dehesas, que comprendían a la que posteriormente se denominó como Dehesa de los Guadalupes, en cuyo territorio ya se encontraba el lugar de Halía y se crearon y repoblaron los de Castillo blanco y Valle de los caballeros.
El señorío de los tres lugares pertenecía a Talavera hasta que el Rey Enrique II, el día 23 de Junio de 1369, dona al arzobispo de Toledo, Gómez Manrique, la villa de Talavera con todas sus aldeas, incluidos Alía, Castilblanco y Valdecaballeros, que formaban la parroquia de Alía, dentro de su tierra en la comarca de la Jara.
Según datos existentes en el Ayto., en este término se encontraba cazando osos el rey Alfonso XI cuando fue advertido de la invasión de los Benimerines en el paraje denominado Valdefernando y Valle vieja.
El Valle de los Caballeros Templarios, zona de caza real perteneciente a las Reales Dehesas de los Guadalupes de San Lorenzo del Escorial, consiguió el título y privilegio de villa mediante el pago al Emperador Carlos V de 1.059.500 maravedíes, otorgándoselo la Princesa Juana, en nombre de su padre y de su hermano el Príncipe Felipe el día 31 de Enero de 1556. El original se halla en el Archivo de Simancas, habiéndose expedido copia de dicho Privilegio el 10 de Julio de 1768 y el 31 de enero de 2006. Contaba Valdecaballeros por aquel entonces con 163 vecinos.
